SERVICIOS PLANETARIOS DE ÚLTIMOS MESES: RECUPERANDO ESENCIA NODAL Y DEL TEJIDO

Tras una preparación intensa, fui convocada a trabajo nodales de campo y también etéricos, especialmente desde la Península Ibérica en este caso.

Entrábamos en momento de cierre en preparación intensa de la soberanía energética, de activación y mantenimiento de la propia envoltura, de la propia flor energética para que sea templo en consonancia con la pureza. Y ahí se ha movido mucho (y sigue haciendo) en el planeta todo registro en el que el propio femenino no actuó en consonancia con la verdad y el océano cósmico; sino que se desconectó, se llenó de ruido, de desconfianza, 

inestabilidad, huida y falacias, buscando, desde la desesperación, ocultar su desconexión en falsos rituales que la separaban más de la verdad y enturbiaban su mirada, magnetismo, concepción, gestación y parto de cualquier proyecto y energía, ensuciándola. Se olvidó de ser sacerdotisa y se transformó en nigromante. Y eso le provocó más dolor, pero seguía sin salir del autoengaño, enredándose y enredando en una tela de araña de oscuridad, una maraña de hilos corrompidos hacia ella, hacia Gaia y todo con lo que se relacionara. Al no querer verlo, se habían hecho más grandes. Gaia nos convocó para activar otra fase, para lo que se precisa darse cuenta de dónde no se es un útero, una envoltura armónica para conectarla con la luz, armonizarla e ir entrenando. Esos son grandes momentos de bifurcación en la vida, especialmente entre los que vienen como voluntarios Guardianes de Luz, Amor y Unidad, de restablecimiento del tejido. Son momentos clave de no retorno, en que se puede repetir el mismo bucle o aceptar la sombra interna, en este caso que se estaba empleando energía desde la impureza y manipulación, agrediendo, inconscientemente a otros y convocando a otros para que absorban. Si se acepta, no se entra en culpa y frustración, eso es  ver, pero no responsabilizarse. La madurez es hacerse cargo y reparar esa parte de sí mismo, en este caso el femenino, que se desconectó de su sacralidad, y, por tanto, llevó también a olvidarse del masculino sagrado.

El femenino sagrado es la parte que se conecta con el Todo, con la unidad, intuición, sabiduría, desde la confianza. se abre al alimento divino mediante Gaia y la Gran Madre, y nutre a otros desde la pureza. Atrae y confía en su masculino sagrado guardián, que da eje, foco, dirección. De manera que, desde el sagrado femenino, se activa el masculino y empiezan su danza cada uno sabiendo su papel, confiando y colaborando, siendo unidad divina de la pareja sagrada.

 

En este tiempo, se ha dado la posibilidad de activar el propio templo sagrado del corazón y envoltura, el tejido propio en mayor pureza, uniendo lo que estaba fragmentado en el propio femenino y en el masculino. Al darse cuenta de lo que el femenino caído en conciencia distorsionaba y la forma de concebir y gestar, todo se abre para posibilitar la transmutación y alquimia. Cuando nuestra casa energética es cómoda y nutritiva, tierna y nutricia, contenedora, se va gestando el asentamiento en el cuerpo del yo solar, de la presencia yo soy, en integración del masculino y femenino sagrados. Para darse cuenta de que se es un sol, una estrella y tener la fuerza de encarnarla, hay que dar una serie de pasos que tienen que ver con la envoltura, anclaje y apertura del corazón, ser un útero gestante en pureza con aguas de luz puras, ser templo de luz para uno mismo. Ahí trabajan en colaboración nuestra Sacerdotisa y nuestro Mago blancos, la sagrada energía del femenino y masculino que emite la Presencia Yo Soy. El niño estelar (no confundir con el interno, que es dual) tiene la fuerza de empezar a anclarse en el corazón y el cuerpo y ser la estrella en que está integrada la pareja sagrada y la conexión con el abrazo tanto de Gaia como Madre Divina.

Así que se ha activado misión antigua para la que algunos fuimos convocados y abrir posibilidad unos a otros. En este caso había que bajar información a Gaia, recordar comandos que parecían perdidos, continuar la reactivación del tejido, custodiar ante las interferencias, convocar a otros guardianes que no saben que lo son para posibilitar su encendido y puesta en marcha en el tejido y labor (siempre que acepten y hagan tarea previa), activación de geometrías, liberación de muchos registros de mal uso energético y de abuso de elementales, activación de templos de la Madre Divina y nodos de Gaia que estaban desactivados o que había que potenciar. Templos en la naturaleza, ocultos bajo otros templos o totalmente invisibles a los ojos de la gran parte de los humanos (que precisan mucho entrenamiento interno todavía). Reconexión de tejido nuevo con Ávalon. Reactivación solar, del ADN… Toda esta labor, en este periodo, principalmente en la Península Ibérica, por su papel energético en el plan. Así, se ha hecho un gran adelanto en el asentamiento y recuperación de frecuencias de unidad de hermandades de todos los planos, especialmente de la naturaleza. La frecuencia diamantina, oro-rubí y esmeralda, unas de las más desarrolladas, pues la pureza, unidad divina interna en conexión con la fuerza vital de Gaia y la hermandad entre los corazones, activando una nueva fase de recuperación de  sabiduría lemuriana (también atlante) y ancestros de diversos planos. Un trabajo de nodos físicos, de reconexión del planeta y galáctica, aprovechando toda la energía emanada a y desde la Madre Galáctica, Helios y Vesta y encargados de la ingeniería. Momento de recuperación de otra fase, y grande, del campo electromagnético e impulso tras el coma inducido tan largo.

Algunas personas importantes para el plan se quedaron atascadas y al hacerlo lo que tenían que traer en luz no se hizo y todo lo contrario, aumentaron el alimento de negrura y el llamado a interferencias en un momento crucial para la humanidad y el planeta. Hubo que hacer mucho más esfuerzo para encauzar lo posible.

Es importante estar atento y ser conscientes de que el nuevo amanecer empieza por nuestro desarrollo. Somos nosotros, colaborando, quienes lo empezamos a anclar, sí, empezando, pues somos la avanzadilla de esta gran fase de un proyecto muy antiguo de restauración del tejido de la unidad.

 

Y de ahí que colaboremos todas las hermandades: los seres gaianos de diferentes especies y planos y también otros más sutiles cósmicos como los fractales de la Madre Divina a las que llamamos las Madres por resumir, Consejo Siriano, Urmah, Arturianos, pleyadianos, andromedanos…guardianes de ingeniería, Kryon, Hermandades de la Madre Divina (entre las que está la de la rosa, que tanto está trabajando)…

Un trabajo intenso, muy intenso, que muchos no sabrán nunca y que ahora les está llegando para potenciar (aunque también, en su distorsión, otros han decidido interferir y repetir sus registros de sombra sin darse cuenta y creyendo en luz).

Atención a la distorsión interna y a las elecciones que se están haciendo. Es momento grande para aprovechar la potencia de luz para trabajar la alquimia interna, para lo que hay que darse cuenta del plomo que hay para llenar de luz, de fuego sagrado, y transmutar el oro, en sol en estrella.  Es hora de hacerse cargo. Hay gran llamado para la humanidad y ya están dándose los casos de los primeros despistados. Estamos en periodo de cierre.